Gracias al Big Data, surge la figura del científico de datos, encargado de buscar nuevas fuentes de información, normalizar de forma automatizada la información que encuentre y procesar una enorme cantidad de datos.
Harvard Business Review lo llamó “el trabajo más sexy del siglo XXI”. Wired sugiere que la ciencia de los datos es una carrera más lucrativa que la medicina. Y la firma Gartner y McKinsey publicaron informes de investigación en un año el uno del otro que proyectan un déficit de entre 100.000 y 190.000 puestos de trabajo de ciencias de datos para el final de la década.